UN MENSAJE DE JOSE: ¡HOLA! ¿QUÉ TAL? ESTE MENSAJE ES PARA AVISAR QUE ESTARÉ SUBIENDO LAS PRIMERAS 5 TEMPORADAS DEL CÓMIC "#VIÑETAS" EN ESTE BLOG. TOMARÁ UN LARGO TIEMPO EN COMPLETAR ESTA ACCIÓN PERO LES ESTARÉ DEJANDO ESTA BARRITA DE PROGRESO PARA VER CÓMO VA EL AVANCE.


15.55% DE AVANCE (#Viñetas | Temporada 1 | Episodio #61 Al Episodio #70 - ¡YA DISPONIBLE!)
LO NUEVO:

Relato | Dos Hemisferios


I

Me encuentro en medio de un problema de Balance de Materia que me ocasiona mucho estrés para pensar en las posibles soluciones y a la vez me hace ver como una persona estúpida que no va a acreditar el semestre, dejará los estudios, será el gran fracaso de la familia, lo correrán de la casa de sus padres y terminará vendiendo chicles en el metro para sustentar su propia vida en adelante y para siempre, ya que el desempleo en el país está incrementando cada día más. Aquí estoy yo sentado en mi escritorio, cansado de leer todos esos libros de la biblioteca llenos de apuntes explicando la misma serie de pasos a seguir utilizando una infinidad de fórmulas matemáticas en los múltiples diagramas industriales. Al igual que estoy sumamente nervioso e inseguro de memorizar todo el temario para el examen de mañana y así obtener una calificación que determinará un avance o un retroceso hacia el camino del final de mi carrera académica. Mi desesperación es tan grande que justo en el momento en que iba a aventar todo el escritorio, escucho una voz sabia y calmada por toda la habitación que me dice lo siguiente:

─Primero que nada controla todas esas emociones inútiles que no te van a llevar para algún sitio.
─¡Ay! ¿Quién eres? ¿En dónde te encuentras? Se supone que me encuentro solitario en esta aburrida habitación y ahora escucho una voz. Creo que me estoy volviendo loco del estrés por combinar el café y la bebida energética en plena medianoche.
─¡No digas estupideces! Ay, hasta se me pegó la emoción por rebajarme a tu nivel. Perdona que me haya presentado con el pie izquierdo. Soy...
─¿Eres como una especie de guía espiritual? ¿O un pensamiento que habla dentro de mi propia mente? ¡Ah ya sé quién eres! ¡Mi hemisferio izquierdo! He leído un poco en internet acerca de las tareas que realizas dentro del cerebro de cada ser humano para se vuelvan más racionales. ¿Me vienes a ayudar?
─En eso si que eres muy inteligente: para analizar y expresar tus resultado acerca de quién soy yo. Pero para analizar el problema, bien gracias. En fin, si vengo a darte una pequeña asesoría.
─¡Gracias! He estado tratando de seguir todos los pasos para resolver este problema pero se me olvida como por arte de magia en cuando lo veo. ¿Por qué? ¿Acaso soy estúpido? ¿Aún no he aprendido nada después de estar muchas horas estudiando sin descansar? Mira, éste es:


─¿Es en serio? Pero si es el problema de Balance más fácil que se pueda resolver. A mí se me hace que esto es una broma tuya. En fin, ¿qué te piden calcular?
─Todos los flujos másicos. Por favor hemisferio izquierdo, auxilio.
─¡Está bien! Pon mucha atención y sigue todas mis indicaciones, ¿entendido? Primero cierra ésa libreta, luego date una vuelta por el parque y finalmente regresas a este escritorio.
─¿Estás loco? ¿Dar una vuelta por el parque en plena medianoche? ¿Acaso no observas que estoy estudiando para un examen que voy a presentar en unas cuántas horas?
─¡Tú dices "sí" a mis instrucciones y te callas!
─Ése tono no me gusta. ¿Acaso estás amenazando mi propia salud mental, hemisferio?
─Haz lo que te digo. Insisto, no rezongues.
─¡No! Yo insisto en preguntarte el porqué me ordenas a estas horas a ir a un lugar frío, oscuro, solitario y peligroso como es el parque. ¿Qué clase de estudiante se le ocurre la fantástica y a la vez absurda idea de "dejar de estudiar para un examen e irse a distraer caminando a un lugar con las descripciones ya antes mencionadas"? ¿Eres estúpido como yo?
─No me faltes el respeto niño universitario. Es la última vez que yo voy a insistir en que vayas al parque.
─¿Pues sabes qué? Lo diré de esta manera: ¡no voy a hacerte caso! Has llegado al límite de mi locura, por favor vete. Voy a seguir estudiando por mi propia cuenta.
─Entonces adiós.

La habitación nuevamente se encontraba en la realidad, sin voces en mi mente para atormentarme, sin nada. Yo seguía sentado en el escritorio mirando la hoja de la libreta con el problema sin resolver y meditando lo siguiente. Ése "adiós" por alguna extraña razón se escuchó muy tranquilo como en el principio, en vez de todos los demás diálogos que desató la discusión. ¡Qué hemisferio izquierdo tan bipolar! Rompe con las reglas de capacidad del pensamiento verbal, lógico y sobretodo realista, entre otros aspectos. Ése hemisferio tenía emociones y daba una idea ilógica como "salir al parque en plena noche y a escasas horas del examen". ¿Quién en su sano juicio hace semejante actividad? Al menos que se trate de...

Mis pensamientos bruscamente fueron interrumpidas ya que, para mayor sorpresa, se fue la luz. El estrés y la desesperación aparecieron nuevamente para torturar mi pobre mente y por más que me decía "no debo dormir" o "vuelve que tengo que estudiar de alguna manera", terminó en dolerme mucho la cabeza. Para colmo ya eran la una de la mañana, seguía sin energía eléctrica y cuando mi cabeza ya no soportó más pensamientos negativos y mediocres, estallé del arduo coraje que sentía por no haber aprendido nada. Me dije a mí mismo las más horrendas maldiciones que el ser humano pueda decir hasta finalmente agotarme todas las palabras y a su vez, todo el desgaste físico y por qué no, mental. Una vez ya más relajado y analizando el panorama de que muy probablemente no vuelva la luz en un largo rato, en vez de dormirme una pequeña siesta, tomé la libreta, mi estuche con plumas y lápices de colores, las guardé en una pequeña mochila y cargando con ella en mi espalda antes de salir de esa oscura habitación, me dije lo siguiente:

─Espero que tengas toda la razón hemisferio. Si me secuestran y me asesinan unos traficantes para vender mis órganos o peor aún, me llevan los policías nocturnos por andar caminando a estas horas como si nada, quiero decirte de una vez que será culpa tuya.

II

Me encuentro en medio de un problema de Balance de Materia que me sigue ocasionando mucho estrés para pensar en las posibles soluciones y a la vez me sigue haciendo ver como una persona estúpida que no va a acreditar el semestre, dejará los estudios, será el gran fracaso de la familia, lo correrán de la casa de sus padres y terminará vendiendo chicles en el metro para sustentar su propia vida en adelante y para siempre, ya que el desempleo en el país sigue incrementando cada día más. Aquí estoy yo sentado en la banca de un frío enorme, oscuro, a excepción del pequeño alumbrado público y de la luna llena, y solitario parque en plena dos y media de la mañana preguntándose a sí mismo el "por qué se encuentra en tal lugar en vez de seguir estudiando para el examen que empezará en unas horas". Tantas malas emociones con los libros de la biblioteca llenos de apuntes explicando la misma serie de pasos a seguir y utilizando la infinidad de fórmulas matemáticas en los múltiples diagramas industriales han ocasionado que ya no me importe la calificación que obtenga para determinar el avance o el retroceso hacia el final de mi carrera académica. Más que enojado e inútil, me siento ahora triste y decepcionado, ya que en esa misma libreta empezaba a perderle amor y cariño a mi propia carrera. ¿Pero por qué? ¿Qué me está pasando? ¡He sido muy tonto y muy estúpido todo este tiempo! 

─Primero que nada controla todas esas emociones inútiles que no te van a llevar para algún sitio.

Tras escuchar nuevamente esa voz sabia y calmada por todo el parque aunque estuviese vacía, pensé inmediatamente en mi hemisferio izquierdo que me estaba hablando a mí, pero no fue así cuando dijo lo siguiente:

─Una disculpa si mi hermano gemelo te trató muy mal. Para serte honesto, yo fui el que jugó con sus habilidades de pensamiento lógico alimentándolo con emociones bruscas para hacerte llegar hasta este lugar.
─¿Pero por qué lo hiciste? Explícate voz, o mejor dicho hemisferio derecho. Esta noche ha sido un gran tormento en toda mi cabeza.
─La verdadera pregunta es: ¿qué es lo que has aprendido de todo este mal rato?
─Voy a contestarte con una sola palabra: nada. No he aprendido absolutamente nada. Debería estar estudiando en mi estresante habitación para tratar de conseguir una calificación aprobatoria pero me encuentro ahora en un parque totalmente abandonado con el sentimiento totalmente apagado sin saber el motivo por el que me encuentro aquí.
─¿Y cómo piensas aprender algo si te la pasas todo el rato quejándote contigo mismo y haciéndote mucho daño a tu salud mental? No se puede desarrollar y aplicar nuevos conocimiento con pensamientos mediocres como estos ejemplos: "que si por más que estudio no entiendo", "que si se fue la luz", "que si me llamo estúpido a cada rato", "que si no le entiendo al problema me van a correr de la casa", "que si seré el gran fracasado".
─Es que es la verdad. Yo realmente no...
─¡Ay ya basta con tantas quejas! Animalito de la creación, la solución a tu problema comenzaba en hacerle caso al primer diálogo que dijo mi hermano hemisferio izquierdo: "primero que nada controla todas esas emociones inútiles que no te van a llevar para algún sitio". ¿Hiciste caso a ésa instrucción? Contéstame con una sola palabra.
─No.
─Entonces olvídate "realmente" de todo ése estrés y desesperación por unos momentos. Olvídate por unas horas acerca de que tienes un examen por presentar, de los libros, del alfabeto griego como el alfa, beta o sigma o qué se yo, presentadas en las fórmulas, de todo lo exterior. Solo tú y ése problema.
─Oye hemisferio derecho. Antes de empezar a concentrarme puedo preguntarte ahora con mas tranquilidad el "porqué estamos en un parque oscuro con tanto frío que hasta se me pone la piel de gallina".
─Por molestarte más que nada. Al observar que no te podías controlar tú mismo en el principio, ambos quisimos darle más cuerda al asunto y te ofrecimos más ideas para atormentarte hasta finalmente cansarte de tanto hartazgo.
─¡Pues qué malos son! Me he sentido como un personaje siendo maltratado dentro de la historia de un relato.
─Y sería un relato muy horrible con tanto relleno de ideologías pesimistas tuyas que a los lectores les dejarías con un sabor amargo. En fin, olvídate de ese pensamiento también y...
─¿Podemos volver a la habitación? Ya no me importa si aún no tengo luz. Solo quiero concentrarme en un lugar, ya sabes, con menos frío.
─Adelante pues. Te comento que una vez que entres a la habitación, encontrarás tu problema de Balance resuelto. Pero antes de que te regreses, deja coloreado el diagrama industrial de perdido. Para que valga la pena el haber traído todo el lapicero de colores hasta aquí. ¿O acaso también olvidaste de que lo que tenías guardado en tu mochila aparte de la libreta?

III

Cuando abrí la puerta de mi habitación, no solamente sentí los primeros rayos de la luz que había regresado sino que también me visualicé como si estuviera dentro del mismo problema: el escenario se pintaba en una fábrica para concentrar y purificar el ácido acético; cada ingeniero desempeñaba su labor en cada línea de corriente para que el producto no tuviese defectos o pérdidas; observaba y analizaba el funcionamiento de una columna de extracción o de destilación. Y mientras yo seguía admirado con esta especie de imaginación realista ante todo el panorama, miro la libreta con el problema y el siguiente mensaje:

"Jamás digas que ya no hay amor a la carrera que estudias. Si te has dado cuenta, esto es por ahora tu perspectiva de realidad, de meta, todo gracias a los conocimientos que ya has fabricado. Aún te falta mucho por aprender pero por el momento ve y enfrenta el problema con mucha responsabilidad. Y no temas al fracaso, aprende de ella para mejorar tus debilidades. Aquí siempre estaremos los dos hemisferios para orientarte."


¡Estoy tonto!


Mensaje por parte del autor: Este relato no tiene la intención de explicarte una clase de Balance de Materia (aunque puedes pedirla si gustas, ok no) sino mas bien de transmitir el mensaje obvio del relato. Dedicado a muchos estudiantes lleno de estrés como tú o como yo.

Comentarios

  1. ¡Buenos días! Primero que nada, yo iba para ciencias, pero por cosas de la vida no lo hice. ¿Qué quiero decir con esto? Que mi vida habría sido diferente a como fue y que se parecería, sospechosamente, a la que has escrito. De todos modos, sufrí la vida del universitario y puede que con problemas asi no, pero conseguir una buena traducción del texto de Jenofonte... Eso sí que lo entiendo. Aunque ya no solo los dos hemisferios si no ha un reguero de voces en la habitacion y cada una con una opinión distinta. Ay, la vida del universitario...

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    1. ¡Hola Miguel! Me da mucho gusto el que hayas comentado también tu vida de estudiante. ¿Y pues qué más te puedo responder? ¡Así es esto! Te mando un gran saludo.

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  2. ¡Hola!
    Yo también pasé vida de universitaria, aunque no lo terminara, es una de las cosas también estresantes, pero creo que siempre hay un punto en tu vida que te sientes así. Pero como en tu historia, darte un paseo, dejar reposar el problema e intentar ser más positivo, ayuda a que puedas encontrar la solución. Me a gustado mucho, no se me hubiera ocurrido hacerles hablar a mis dos hemisferios en la vida, vete tu a saber lo que me dirán jajajaja

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    1. Muchas gracias por el comentario Chery. ¡Te mando un enorme abrazo!

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  3. Brillante relato, José Ángel. A veces nos cuesta tanto entender lo más obvio y sencillo que podemos llegar a perder la fe en nosotros mismos y en nuestras capacidades.

    Un fuerte abrazo

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    1. Muchas gracias por el comentario Estrella.
      Te mando un enorme abrazo.
      :)

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