¡Voy A Escribir Una Historia!
El señor escritor independiente, de unos 15 años, andaba tranquilo, acostado en su cama pensando en algo con qué distraerse de la vida rutinaria aburrida con que realizaba día a día. De repente se durmió porque no sé le ocurrió una actividad para distraerse y se sumergió en una sueño en que se imaginaba a sí mismo sentado en un escritorio y frente a él estaba una máquina de escribir y un ciento de hojas de color blanco a lado de la máquina. Estaba claro, el señor escritor quería expresar sus sentimientos a través de la escritura. Así que tomó un montón de hojas, las colocó en la máquina de escribir y antes de comenzar a escribir dijo lo siguiente: ─¡Ya lo he decidido! ¡Voy a escribir una historia! Hasta que de repente se escuchó una voz misteriosa. Voz misteriosa con el que doy comienzo a esta serie de conversaciones entre el señor escritor independiente y la voz que no se sabía de dónde provenía. ─¡Muy bien señor escritor independiente! ¡Lo felicito! Pero le pregunto: ¿A qué se debe e